Ser lasallista va más allá de ser un estudiante o de laborar en esta bella institución, ser lasallista es vivir los valores con entrega, con entusiasmo, con alegría, con carisma: Fe, Fraternidad, Servicio, Justicia y Compromiso.
Fe: Representado en la punta de la estrella, como el máximo valor de todo lasallista. Es ver y creer, actitud que nos brinda una actitud de apertura y confianza en los acontecimientos de nuestra vida.
Fraternidad: Representa el brazo izquierdo de la estrella, es el valor vivido que implica una profunda comprensión del ser humano y del trabajo de hombro con hombro para la construcción de la paz, la justicia y la dignidad humana.
Servicio: Representada por el brazo derecho de la estrella, es toda acción que se realiza en favor de la persona, de manera especial de los más necesitados de la sociedad.
Justicia: Representa la base izquierda de la estrella, como base para construir personas, manifiesta la voluntad de dar a cada quien lo que le corresponde según la naturaleza humana, buscando una relación equitativa con los demás.
Compromiso: Representa la base derecha de la estrella, es dar cumplimiento a la responsabilidad para desarrollar los otros cuatro valores y a través de la cual colaboramos en la construcción de nuestra realidad con las demás personas.
Somos La Salle
Indivisa Manent
Permanecemos unidos
En un terreno muy bien situado en la Calle Ejido, el P. A. Parra construye un edificio de dos plantas donde oficialmente el “Colegio La Salle” anuncia el inicio del curso para el 2 de septiembre de 1958.
Este inicio se dio con una inesperada matrícula de 300 alumnos en los seis salones de Primaria, que para finales de septiembre de 1959 sube a 600 y para el siguiente curso alcanzaría 810 alumnos. En el curso escolar 1959-1960 se inaugura la sección Secundaria y la sección Preparatoria.
En 1961 se ve la oportunidad de cambio de domicilio a menos de un kilómetro de la Avenida Costera, son 17376 m2 que en menos de un año se construye el nuevo edificio.
Para el 30 de junio del mismo año se celebra la fiesta de premios en “La Salle de Acapulco”, el H. Visitador V. Bertrand se presenta para presidirla, quien va acompañado con tres lasallistas que vienen para hacerse cargo del curso 1961-1962: dos cubanos y un francés: Hyppolyte Jouve, J. María Valdivia y José Ángel Tomás son los primeros Hermanos que se hacen cargo de la obra lasallista en Acapulco.
En 1962 el H. Visitador, Víctor Bertrand presenta al nuevo Director Jaime Rivero C., en 1964 el Colegio pasa a la provincia de México – Norte. El H. Roque Valenzuela, para el año 1969 inicia una “Cruzada Eucarística”, algo realmente innovador para ese año ya que tomó mucho auge pues llegó a reunir 400 miembros, antes de la entrada a clase por la mañana muchos se acercaban a la Santa Comunión, costumbre que el H. Roque mantendrá hasta su muerte en 1982.
Cuando se funda el Colegio solamente se aceptaban alumnos varones, pero atendiendo a la demanda de la comunidad acapulqueña, en 1974 la preparatoria cuenta con un edificio nuevo, para 1979 se inicia la sección de preescolar con alumnado mixto. Para el mismo año los Hermanos Lasallistas realizan su nueva obra, la escuela vespertina “Bernardo Zepeda Sahagún” para atender a la comunidad más necesitada.
A través de los 60 años han pasado directores que han mejorado la infraestructura y las actividades académicas.
En el presente ciclo escolar la dirección está a cargo del Hno. Héctor Rodríguez Samaniego quien con una ideología vanguardista y bajo el lema Somos La Salle da seguimiento al legado y filosofía de nuestra institución.
Orgullosamente el Colegio ha sido centro de congresos catequísticos, de educación, organizaciones de eventos regionales deportivos y culturales, donde la atención particular de los directivos también ha sido hacia la calidad de la práctica docente, los cursos de actualización, capacitación pedagógica, proyectos de responsabilidad social, educación en la fe, se impartan periódicamente.
En el Colegio La Salle Acapulco, la historia continua ..…